DECLARACIONES CURATORIALES


CLAUDIA COSTA PEDERSON

Steve Goodman comenta en Sonic Warfare: Sound, Affect, and the Ecology of Fear (2010), que «entre las políticas del ruido y las políticas del silencio», existe aún otra manera de escuchar: la «política de la frecuencia». Esta tonalidad, que para algunos no suena como política, funciona con «procesos sónicos y tecnologías de poder» para «mandarlos en otra dirección, explotando así las consecuencias involuntarias que se desprenden de las inversiones en control». Esto busca crear un nexo vibrante que motive transducciones o transformaciones de «ambientes profundamente impregnados de temor en otras disposiciones colectivas».

En tanto que proyecto colectivo, Enredos Sónicos extiende estas preocupaciones a la música electrónica, medio ambiente e identidades de género en los Estados Unidos y Cuba. Las composiciones para el proyecto hacen un remix de una colaboración previa entre N. Adriana Knouf, Jenny Johnson y Diana Dabby, titulada «EL EXTRATERRESTRE (Querido Interlocutor)», que fue presentada el 10 de noviembre de 2018 en Houghton Chapel (Wellesley College, EE.UU.). En sentido general la figura del extraterrestre en estos trabajos hace referencia a la exterioridad de los encuentros auditivos, debido a la continua exclusión de voces queer y de mujeres en la música. También a sus imaginarios acerca de las posibilidades de contacto más allá de las barreras existentes. Enredos Sónicos desarrolla «EL EXTRATERRESTRE» y deviene muestra de hip-hop cubano feminista.

Transportado a Cuba, «EL EXTRATERRESTRE» toma otro título: Enredos Sónicos. En esta ocasión, amplifica el diálogo en marcha entre la música experimental y las posiciones de género que rechazan y desafían cosmovisiones binarias, mientras resaltan, además, el papel del sonido en la creación alternativa de espacios sonoros que dan la bienvenida a identidades de género no conforme, ritmos audaces, cuerpos y movimientos del mundo. Enredos Sónicos se mueve con nexos que oscilan entre el determinismo y la anticipación.

¡Ven, ven, habrá baile!


ENREDOS SÓNICOS EN !!!SECCIÓN ARTE

NESTOR SIRÉ

Enredos Sónicos se concibe en un momento de cambio en las relaciones entre Cuba y EE.UU. donde el concepto de sonido tiene un lugar primordial en las discusiones. Luego de que los dos países comenzaran un acercamiento histórico tras numerosos años de tensión política, las elecciones estadounidenses de 2016 modificaron nuevamente las relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos. Además, en diciembre de ese mismo año, algunos diplomáticos estadounidenses que trabajaban en la embajada localizada en La Habana, reportaron padecimientos de salud que provenían de daños auditivos. Una investigación preliminar denominó el fenómeno como «sonic attacks», nombre que se popularizó en las redes. Un equipo de científicos de la NASA, así como investigadores del FBI en colaboración con el gobierno cubano, se declararon incapaces para descifrar el enigma y no pudieron detectar la causa del padecimiento de los funcionarios estadounidenses. Esto dio paso a muchas hipótesis lanzadas en los medios más prestigiosos del mundo, las cuales incluyeron desde tramas más cercanas a la ciencia ficción que a la realidad, orquestadas por técnicos de origen ruso mediante el uso de tecnología hoy inexistente, hasta la atribución de estos padecimientos al sonido emitido por un tipo específico de grillo propio de la fauna caribeña.

Aunque la internet es hoy una realidad en la Isla, los altos precios y la lentitud de las conexiones limitan su funcionalidad. Estas condiciones han estimulado por años la creación de disímiles alternativas para la distribución de medios digitales a través de la interacción humana offline. La música ha sido uno de los medios que más ha influenciado el desarrollo de estas nuevas dinámicas en tanto depende en términos productivos y económicos, de una distribución masiva que ofrezca la posibilidad de popularizar sus productos.

Enredos Sónicos toma como punto de partida estas situaciones para crear un proyecto en el cual dos contextos político-culturales diferentes colaboran y analizan su imaginario sonoro. A su vez, investiga las estructuras de producción y distribución informal de obras musicales digitales en Cuba. El proyecto participa de todas las etapas de la cadena de producción musical informal típica en la Cuba de hoy: creación, producción y distribución de la obra.